panosteitis en perros sintomas y tratamiento

Todo sobre la panosteitis en perros síntomas tratamiento y prevención

El proceso patológico conocido como panosteitis afecta la médula ósea de los huesos largos, y suele presentarse durante la etapa de crecimiento en razas de perros grandes y gigantes. Sus síntomas incluyen dolor y cojera en las extremidades afectadas, pero afortunadamente tiene una resolución espontánea y no deja secuelas, lo que garantiza un buen pronóstico para los animales afectados. Aunque no existe un tratamiento específico, es importante tener en cuenta que esta enfermedad del desarrollo es autolimitante.

Entender la panosteitis en caninos causas síntomas y tratamientos

  • Labrador Retriever
  • Golden Retriever
  • Boxer
  • Doberman

La panosteitis suele comenzar de forma repentina, con cojera intermitente y dolor agudo en una o más extremidades. El dolor puede desplazarse a lo largo de las patas y cambiar de una día a otro, por lo que es difícil de localizar. Esto puede causar un gran desconcierto tanto en el dueño como en el veterinario.



Esta enfermedad puede ser difícil de diagnosticar debido a su naturaleza cambiante y a que puede afectar a diferentes áreas del cuerpo. Por lo general, el tratamiento se centra en aliviar el dolor y controlar los síntomas. Es importante realizar un seguimiento estrecho del perro para asegurarse de que la enfermedad se está curando correctamente y de que no se desarrollan complicaciones, como fracturas óseas. En casos graves, puede ser necesario un tratamiento más intensivo, como cirugía o medicación. En general, la panosteitis tiene un buen pronóstico y la mayoría de los perros se recuperan por completo. Sin embargo, es posible que algunos experimenten episodios recurrentes de la enfermedad a lo largo de su vida.

Factores desencadenantes de la panosteitis en caninos

La panosteitis es una enfermedad que, desde antiguo, se ha considerado vinculada al consumo excesivo de calcio y la sobrealimentación en animales jóvenes. Además, se ha relacionado con alergias, enfermedades autoinmunes, problemas vasculares, hemofilia, desórdenes metabólicos, entre otros. Sin embargo, hasta el momento, no se ha determinado con precisión su origen.

Algunos expertos han propuesto la posibilidad de que la panosteitis en cachorros esté asociada a infecciones virales, como el moquillo. Sin embargo, aún no se ha confirmado con suficiente evidencia esta hipótesis.

Identificación de la panosteitis en caninos

Diagnóstico de panosteitis en perros

Cuando hay otras enfermedades asociadas, en ocasiones se requiere el uso de pruebas de imagen avanzadas (como TAC o gammagrafía) para confirmar el diagnóstico de panosteitis en perros. Sin embargo, estas pruebas no suelen ser realizadas de forma rutinaria.

Qué es la panosteitis

Panosteitis: Enfermedad también conocida como Enostosis, que provoca una inflamación dolorosa en la superficie externa o el eje de los huesos largos de las piernas. Puede afectar a más de un hueso y causar una cojera que varía de una pierna a otra.

Esta dolencia estimula la producción de hueso dentro de la cavidad de la médula, pero afortunadamente no afecta la producción de células sanguíneas ni deja lesiones permanentes en ella.

El dolor puede ser resultado del aumento de presión en el hueso, que estimula los receptores del dolor presentes en el periostio, el tejido externo que recubre los huesos.

El proceso fisiológico en los huesos de tu perro durante un episodio de panosteitis

En la panosteitis, la médula grasa es reemplazada por un tejido óseo esponjoso que se ve como una mancha en las radiografías. Este tejido óseo avanza en la cavidad medular y, luego, las células óseas normales toman el relevo para generar hueso nuevo en su lugar y disolver el tejido óseo equivocado. Al finalizar este proceso, el tejido óseo recupera su estructura normal.

La panosteitis una enfermedad ósea común en los caninos

Osteomielitis Juvenil en Perros: Una Enfermedad Inflamatoria

La osteomielitis juvenil, conocida también como cojera errante, es una afección dolorosa que afecta al eje de los huesos largos de las extremidades en los perros. A menudo, puede afectar a más de un hueso y puede desplazarse de una extremidad a otra, causando cojera intermitente en diferentes patas.

Esta enfermedad, que también recibe el nombre de osteomielitis juvenil, es una inflamación dolorosa del eje de los huesos largos de las extremidades del perro. Se puede producir en más de un hueso a la vez, e ir migrando de extremidad, con lo que el perro puede cojear intermitentemente a veces de una pata o de otra. Por eso se llama también «cojera errante».

El sufrimiento de mi perro con la panosteitis

Se debe destacar que la cojera en perros puede surgir de forma imprevista y espontánea, sin una causa evidente como un golpe sufrido por el animal. Además, cada perro experimenta esta condición de manera única, aunque en términos generales, los síntomas son más intensos en los primeros días y no mejoran con el descanso. Esto puede llevar a que el perro pierda el apetito o se muestre letárgico durante este periodo de dificultad para moverse cómodamente. Es común que la cojera evolucione en ciclos, alternando entre episodios de intensidad y otros momentos de mejoría.

Tratamiento efectivo para sanar la panosteitis en caninos

Una enfermedad autolimitante que afecta al perro

Algunos caninos se ven afectados por una patología autolimitante, lo que significa que no puede ser curada y debe resolverse por sí sola. Aunque no es peligrosa para la salud del animal, puede ser extremadamente dolorosa, por lo que es necesario el asesoramiento y diagnóstico veterinario adecuado. Además, se recomienda recetar un tratamiento sintomático basado en antiinflamatorios o analgésicos, si se considera apropiado, con el fin de aliviar el malestar del perro.



¿Cuánto tiempo dura esta enfermedad?

La duración de esta patología varía en cada caso en particular, pero se estima que puede durar entre tres a siete meses. Por lo general, desaparece espontáneamente cuando el perro termina su período de crecimiento, especialmente en las razas grandes y gigantes que son más propensas a padecerla. En estas razas, la enfermedad tiende a desaparecer entre los dieciocho y veinticuatro meses de edad.

Los huesos afectados por la panosteitis en los caninos

La panosteitis, una enfermedad ósea común en los perros, se suele manifestar en los huesos de sus patas delanteras. Los huesos más afectados son, en orden de mayor a menor, el cúbito (42%), el radio (25%), el húmero (14%), el fémur (14%) y la tibia (8%).

Esta patología afecta a la parte central y a la pequeña sección situada entre la diáfisis y la epífisis de los huesos largos, conocidas como áreas diafisaria y metafisaria respectivamente.

Es importante tener en cuenta que este artículo es solo informativo y que únicamente los profesionales veterinarios están autorizados para establecer un diagnóstico y prescribir el tratamiento adecuado. Si tu perro presenta algún síntoma, te recomendamos que lo lleves de inmediato con el veterinario.

Indicadores de osteopatía en canes

La panosteitis se manifiesta en los perros con una cojera repentina e intermitente, que migra entre extremidades. Mientras que en la mayoría de los casos la cojera es de gravedad leve a moderada, en ocasiones puede ser tan severa que impide el caminar del animal.

Además de la cojera y el dolor a la palpación, pueden aparecer otros signos clínicos como fiebre, pérdida de apetito y atrofia muscular. Sin embargo, la frecuencia de estos síntomas es menor.

Enfoque para tratar la inflamación de la médula ósea en caninos

No hay un medicamento que pueda acortar la duración de los síntomas de la panosteitis en la actualidad. Sin embargo, hay una buena noticia: la panosteitis es una enfermedad autolimitante y se cura de forma espontánea sin necesidad de un tratamiento específico.

Si bien no hay un tratamiento específico, en los episodios agudos de dolor y cojera es necesario seguir un tratamiento sintomático para aliviar los síntomas. Los fármacos más utilizados para esto son los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). La duración del tratamiento puede variar dependiendo del progreso de la enfermedad, aunque generalmente no debe durar más de unos días e incluso solo unas pocas semanas en casos graves.

Vale la pena mencionar que los perros afectados no necesitan estar en reposo, ya que la actividad física moderada no empeora los síntomas de la enfermedad. Por lo tanto, se recomienda mantener una actividad física razonable, evitando siempre esfuerzos excesivos o dañinos para el animal.

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