Lista de pueblos fronterizos entre Salamanca y Portugal cuál visitar
Tal vez sea el momento de considerar un viaje en coche a lo largo de la frontera con nuestra nacionalidad colindante, y descubrir los tesoros arqueológicos que aún permanecen en esta región. Esta ruta está bordeada por impresionantes bastiones, ciudadelas fortificadas y varias atalayas. En 1640, Portugal obtuvo su independencia de España, lo que provocó nuevas épocas de tensión y desconfianza entre ambas naciones, pues Portugal temía una posible invasión española para unir nuevamente la Península Ibérica.
La brillantez de Almeida en doce puntas
En el próximo destino de nuestro viaje, encontraremos la encantadora aldea de Almeida. Desde las alturas, esta población se asemeja a una fascinante estrella de doce puntas. Su impresionante estructura defensiva fue construida en el año 1640, y es considerada como una de las más destacadas fortificaciones de la frontera. A lo largo del siglo XVIII, fue objeto de numerosas mejoras y se añadieron diversas garitas defensivas.
Si tienes la oportunidad de visitar Almeida, te recomendamos que lo hagas a finales del mes de agosto. Durante ese último fin de semana, se realiza una recreación de la aldea durante la invasión francesa. Este evento atrae a una multitud de personas que, vestidas con trajes de la época, recrean con gran detalle la vida en ese momento histórico. Además, podrás disfrutar de un mercado ambientado en el siglo XIX, desfiles militares y diversas actividades culturales. Sin duda, se trata de una de las mejores representaciones históricas de Portugal. ¿Te lo vas a perder?
Ruta de las fortificaciones
En el corazón de la frontera occidental entre Salamanca y Guarda se entrelazan las vastas llanuras de ambos países. Los ríos Duero, Turones, Águeda y Côa se unen en esta zona, donde se pueden admirar los vínculos con la prehistoria a través de las representaciones de animales en las rocas. Pero también se presenta como una gran oportunidad para explorar el patrimonio y los bienes culturales de la antigua frontera.
Te recomendamos dedicar tres días para explorar las fortificaciones de la región. Usa el Fuerte de la Concepción, ubicado en Aldea del Obispo en Salamanca, como tu base para comenzar el recorrido y sumergirte en la época. Este es el único hotel situado dentro de una fortificación tipo Vauban en toda esta área.
Desde este punto se puede apreciar la aldea portuguesa de Vale da Mula en lo alto de una colina, donde se erige el Fuerte de la Concepción, una de las fortificaciones militares más impresionantes que data del año 1663. Con forma de estrella de ocho puntas, fue construido con la intención de ser inexpugnable ante el Fuerte de Almeida, situado a 10 kilómetros en el lado portugués. Durante las Guerras Napoleónicas, esta zona fue escenario de feroces batallas.
Explorando la encantadora aldea medieval de Castelo Mendo
Antes de partir hacia Almeida, te sugerimos que realices un recorrido de 20 km para visitar un encantador pueblo medieval en Portugal, Castelo Mendo. Sus murallas, que datan del siglo XIII, no se parecen en absoluto al modelo de Vauban. Aunque el castillo ya no se encuentre en la cima, aún se pueden encontrar ruinas de su iglesia, y se puede acceder al pueblo a través de una de sus cinco puertas. Sin duda, vale la pena cruzar la Porta da Vila, custodiada por dos vetones, para apreciar las construcciones del estilo manuelino.
Además, esta aldea forma parte de una ruta que cada vez está tomando más relevancia: las Aldeias Históricas de Portugal. Esta ruta incluye los municipios de Almeida, Belmonte, Castelo Mendo, Castelo Novo, Castelo Rodrigo, Idanha-a-Velha, Linhares da Beira, Marialva, Monsanto, Piódão, Sortelha y Trancoso. De todos ellos, Almeida, Castelo Mendo y Castelo Rodrigo son los más cercanos a la frontera con Salamanca.
Aldeas portuguesas en la proximidad de Cáceres y Badajoz
En el asentamiento de Castelo Blanco persiste una comunidad que se ha adaptado a la armonía de la naturaleza sin cuestionamientos y así lo ha preservado hasta la fecha actual. Por este motivo, Monsanto es ampliamente considerado como el pueblo más auténticamente portugués de todo Portugal. Sus construcciones se mezclan con enormes piedras de granito, fusionándose con ellas –o incluso debajo de ellas– y haciéndonos cuestionar cuál apareció primero. Mantiene su castillo del siglo XII, aunque no en las mejores condiciones, desde donde se puede disfrutar de un privilegiado panorama del entorno. Al avanzar por sus calles adoquinadas, enfrentándonos a los desniveles, también nos encontraremos con pequeñas iglesias, como la...
Explorando las Maravillas de Castelo Rodrigo
En el municipio se encuentra una parada imprescindible en la Ruta de las Aldeas Históricas, desde donde se puede contemplar el maravilloso paisaje que abarca desde el río Côa hasta el río Águeda. Además, en esta ruta se pueden observar las majestuosas sierras de Francia y Béjar, así como las imponentes cumbres que bordean el río Duero.
No se puede pasar por alto la visita al Palacio de Cristóbal de Moura, una construcción del siglo XVI erigida sobre los restos de la antigua alcazaba y que representa uno de los vestigios históricos más relevantes de la zona.
Siguiendo el recorrido por este cautivador pueblo medieval, se llega al Pozo cisterna, ubicado en la calle Sinagoga. Este pozo formaba parte de la sinagoga del pueblo, construida en el siglo XIII. Otro lugar que no puede faltar en tu visita es la Iglesia de Ntra. Señora de Rocamador, fundada en el siglo XIII por una congregación de frailes que brindaba refugio a los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago portugués.
Explorando la ruta hacia Castelo Rodrigo
La forma más rápida de llegar a Castelo Rodrigo es en coche desde Salamanca. Si te encuentras en la ciudad universitaria, tendrás que tomar la carretera A-62 durante aproximadamente una hora y media para llegar a este encantador pueblo.Si tu punto de partida es Madrid, la distancia entre Castelo Rodrigo y la capital es de 364 km. Para llegar en coche, deberás tomar la A-6 y luego seguir por la A-50 y la A-62. ¡No te pierdas la oportunidad de visitar este increíble lugar!
El nombre del pueblo portugués pionero Cuál es
Portugal es un país rico en historia y cultura, y su ciudad más antigua es un reflejo de esto. Guimarães, situada al norte del país en la región de Minho, es conocida como la cuna de Portugal porque es el lugar donde nació Afonso Henriques, el primero monarca del país.En Guimarães, se puede apreciar la influencia de diferentes épocas en su arquitectura y patrimonio cultural. Desde el suntuoso castillo hasta las pintorescas calles, cada rincón de la ciudad cuenta una historia. Además, se pueden encontrar monumentos que recuerdan los grandes capítulos de la nación portuguesa.
La ciudad vieja de Guimarães es un laberinto de calles adoquinadas y edificios antiguos que crean una atmósfera encantadora. Al pasear por sus plazas y ruecas, es fácil imaginar cómo era la vida en tiempos medievales. Incluso se pueden visitar museos que ricuerdan el pasado de la ciudad y del país.
Guimarães es más que una ciudad histórica, es una ciudad viva que ha sabido adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia. Sus restaurantes y cafés ofrecen una deliciosa cocina local, y sus eventos culturales y festejos son una muestra de su rico patrimonio y de su amor por la cultura. Sin duda, Guimarães es una parada obligatoria para cualquier viajero que quiera conocer la verdadera esencia de Portugal.La ciudad española más próxima a la capital portuguesa cuál sería
Badajoz se sitúa a tan solo 219 kilómetros de Lisboa, siendo la ciudad española más próxima a la capital portuguesa. Con una rica historia, impresionante arquitectura y deliciosa gastronomía, Badajoz es un destino ideal para explorar y disfrutar.Esta ciudad española, bañada por el río Guadiana, ha preservado su legado histórico a lo largo de los siglos. Sus calles, plazas y edificios testifican de su pasado, convirtiéndola en una visita imperdible para los amantes de la historia y la cultura.
Además de su patrimonio cultural, Badajoz también sorprende por su imponente arquitectura. Desde la majestuosidad de la Alcazaba hasta la belleza de la Catedral, sus monumentos son verdaderas joyas arquitectónicas que cautivan a sus visitantes.
Pero sin duda, uno de los mayores atractivos de Badajoz es su gastronomía. Sabores tradicionales y auténticos que encierran la esencia de la cocina extremeña. No puedes dejar de probar sus platos típicos como el cochifrito o el migas, que satisfarán hasta el paladar más exigente.
Sin duda, una visita obligada para aquellos que deseen conocer la esencia de España.
