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Salud en perros todo sobre la extirpación de la vesícula biliar y sus beneficios

En la mayoría de los casos, los MVB, que son quistes en la vesícula biliar, se tratan con una cirugía llamada colecistectomía. Aunque se han publicado recientemente informes sobre la evolución de los MVB en etapas tempranas, no se ha estudiado su respuesta al tratamiento médico. Con el objetivo de observar los resultados y determinar aspectos clínicos, clínico-patológicos y de diagnóstico por imagen, este estudio se enfocó en la comparación de los resultados del tratamiento médico y quirúrgico (mediante la colecistectomía) de los MVB, así como su impacto en el pronóstico y la supervivencia.

Colecistectomía

La colecistectomía es la cirugía que se realiza cuando la vesícula biliar es la principal causa de una enfermedad o cuando, siendo causa secundaria, existen cambios estructurales graves o recurrentes. Algunos ejemplos de estas situaciones son los mucoceles biliares, la colecistitis, la colelitiasis, las roturas traumáticas o las neoplasias. Aunque estas últimas son menos comunes, a veces es necesario realizar la colecistectomía con fines paliativos.

Antes de comenzar la cirugía, se toman medidas de precaución para proteger el peritoneo con compresas humedecidas. Luego, se coloca un punto director en una zona no friable para facilitar la manipulación.

El siguiente paso es disecar el peritoneo visceral entre la vesícula biliar y la fosa hepática, utilizando tijeras de Metzenbaum. La disección se continúa distalmente (también puede hacerse de forma digital) hasta llegar a la unión del conducto cístico con el conducto biliar. Es importante controlar el sangrado en la fosa hepática mediante compresión y evitar dejar esponjas de gelatina (como el Gelfoam) para prevenir la formación de abscesos.

El impacto de la eliminación de la vesícula biliar

La cirugía de la vesícula biliar, también llamada colecistectomía, es un procedimiento común utilizado para tratar problemas en este órgano, como cálculos o inflamación.

Extracción de la vesícula: un procedimiento quirúrgico para tratar trastornos biliares

La colecistectomía, o extracción de la vesícula, es una cirugía frecuentemente realizada para tratar problemas de la vesícula biliar, como cálculos biliares o inflamación.

Uno de los principales roles de la vesícula biliar es almacenar y liberar la bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda en la digestión de las grasas. Sin embargo, después de una colecistectomía, puede haber dificultades en la digestión de grasas, lo que se manifiesta en síntomas como diarrea, gases o heces grasosas. Esto se debe a que la bilis se libera constantemente en el intestino en lugar de ser almacenada y liberada de manera controlada.

Además, es posible que se necesiten cambios en la dieta después de la cirugía para minimizar las molestias digestivas. Estos cambios pueden incluir evitar alimentos grasos, picantes y fritos, así como optar por comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de grandes comidas.

Cuándo es esencial someterse a una remoción de la vesícula

Se conoce como colecistectomía a la cirugía de extirpación de la vesícula, la cual se realiza cuando se presentan ciertas condiciones médicas relacionadas con este órgano. Algunos de los casos en los que puede ser necesaria dicha intervención son:

  1. Cálculos biliares: También conocidos como colelitiasis, son pequeñas piedras que pueden formarse en la vesícula biliar y causar molestias y problemas de salud. Cuando los cálculos son recurrentes y provocan síntomas dolorosos e inflamación del órgano, puede ser necesario realizar la extirpación.
  2. Colelitiasis sintomática: En casos en los que los cálculos biliares causan síntomas graves y recurrentes, como dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos, se puede considerar la colecistectomía como un tratamiento definitivo.

Señales de alerta que indican problemas en la vesícula de mi perro

Dolor abdominal: El perro puede manifestar sensación de malestar o dolor en la zona del vientre. Este malestar puede ser evidente si el perro se queja, evita que lo toquen en esa área o presenta cambios en su conducta.

Vómitos: En caso de que tu compañero canino presente frecuentes episodios de vómitos, y no exista una causa aparente como la ingesta de alimentos en mal estado, podría estar relacionado con problemas en la vesícula.

Falta de apetito: Si tu perro no demuestra interés por la comida o rechaza comer, podría ser un indicador de un problema en la vesícula biliar, ya que este órgano juega un papel fundamental en la digestión de las grasas.

Cirugía necesaria para tratar la afección de la vesícula biliar en perros

Existen diversas condiciones que pueden afectar la salud de la vesícula biliar en los perros, aunque no todas requieren intervención quirúrgica. En caso de que tu perro presente cálculos biliares, por ejemplo, es posible que puedan ser tratados con medicamentos y una dieta específica. Estos cálculos pueden ser detectados incidentalmente durante la realización de diagnósticos como radiografías para otra afección.

Sin embargo, si los cálculos biliares obstruyen el flujo de bilis fuera de la vesícula biliar de tu perro, existe el riesgo de que ésta se rompa, lo que puede poner en peligro su vida. La bilis es altamente inflamatoria y puede causar una reacción interna severa al romperse la vesícula biliar. En estos casos, es necesario realizar una cirugía de emergencia para extirpar la vesícula biliar y limpiar la bilis del abdomen.

Eliminación de la vesícula biliar debido a un mucocele en caninos

Un mucocele de la vesícula biliar, una condición potencialmente mortal para los perros, se trata generalmente mediante la eliminación quirúrgica de la vesícula biliar. Esto ocurre cuando la bilis almacenada se espesa y forma mucosidad, obstruyendo el paso hacia el intestino y causando daños peligrosos.

Los síntomas de este trastorno en perros pueden ser difíciles de detectar. Sin embargo, es importante estar atento a los siguientes signos:

Para confirmar el diagnóstico de un mucocele de la vesícula biliar en perros, se requiere una evaluación física, pruebas de laboratorio y un ultrasonido. La cirugía es esencial en estos casos para remover la vesícula biliar y prevenir la posibilidad de ruptura y muerte.

Protocolo para extirpar la vesícula biliar en caninos

La extirpación de la vesícula biliar (colecistectomía) es una intervención quirúrgica de gran importancia que puede presentar complicaciones. Esta cirugía consiste en abrir el abdomen para extraer la vesícula biliar de su mascota.No todos los profesionales veterinarios están capacitados para llevar a cabo este procedimiento. En caso de que su veterinario no se sienta cómodo realizándolo, puede referirlo a un veterinario certificado por la junta.

Postoperatorio de la cirugía de extirpación de la vesícula biliar en perros

Es posible para los caninos sobrevivir sin la presencia de la vesícula biliar, aunque pueden necesitar cuidados especiales para facilitar su proceso digestivo. Es importante estar alerta a posibles complicaciones, seguir con atención la ingesta de medicamentos recetados, revisar la incisión y proporcionar una dieta de fácil digestión.

Si detecta alguno de los siguientes síntomas en su perro después de su retorno a casa luego de una cirugía de vesícula biliar, es fundamental que consulte con su veterinario, ya que pueden ser indicativo de una complicación grave:

  • Pérdida de apetito.
  • Fiebre.
  • Vómitos o diarrea persistentes.
  • Cambios en el comportamiento.

Dependiendo de la razón por la cual se haya realizado la extracción de la vesícula biliar, es posible que su perro reciba distintos medicamentos después de la cirugía. Estos pueden incluir:

  • Antiácidos a corto plazo para mejorar la digestión.
  • Medicamentos contra las náuseas y el dolor para disminuir las molestias.
  • Antibióticos para prevenir infecciones.

El proceso previo a la operación quirúrgica

Antes de la cirugía, los médicos se asegurarán de que su niño goce de la mejor salud posible. En caso de que haya infección en la vesícula biliar, es probable que se le receten antibióticos a su hijo antes del procedimiento quirúrgico. Además, si su niño sufre de anemia drepanocítica (células falciformes), puede que requiera transfusiones de sangre para prevenir crisis relacionadas con esta enfermedad.

Por lo general, se recomienda que los pacientes se duchen o bañen la noche anterior a la cirugía. Asimismo, su niño deberá abstenerse de comer o beber líquidos al menos por algunas horas antes de la operación.

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