Todo lo que necesitas saber sobre la legalidad de las mirillas digitales que graban
El bienestar de nuestros hogares es una preocupación de gran importancia. Sin embargo, es necesario considerar ciertos estatutos y normativas antes de implementar cualquier medida de protección, tal como la adquisición de una mirilla digital.
La difusión de contenido visual requiere consentimiento previo según la ley
Mirillas con cámara: La mirilla tradicional evoluciona hacia una nueva forma de vigilanciaHay una nueva tendencia en la seguridad del hogar: mirillas electrónicas con cámara. Estos dispositivos permiten capturar fotos o videos de cualquier persona que se encuentre frente a la puerta de nuestra casa. Sin embargo, ¿cumplen estas mirillas con la legislación de protección de datos?
Según los expertos Blasi y Abat, tomar una foto a nuestro vecino no es una infracción de la normativa de protección de datos, ya que se enmarca dentro de nuestra vida personal y doméstica. Es similar a cuando hacemos ruido frente a su puerta y sabemos que él puede mirarnos a través de la mirilla tradicional.
Ahora bien, ¿qué ocurre si esas imágenes son compartidas en una red social o en un grupo de WhatsApp con muchos contactos? En ese caso, sería necesario obtener el consentimiento de la persona fotografiada. De lo contrario, se estaría cometiendo una infracción de protección de datos, tal como lo ha establecido la Agencia Española de Protección de Datos en varias resoluciones.
Los Límites de tus Acciones Qué es Posible y qué está Prohibido
Conoce las leyes antes de instalar dispositivos de seguridad en casaLa protección de datos y la privacidad son temas complejos y, por ello, es esencial conocer las restricciones antes de instalar dispositivos de seguridad en tu hogar.
Las mirillas digitales, con sus capacidades de grabación y almacenamiento, registran datos personales y, por lo tanto, están sujetas a estrictas regulaciones. No es tan sencillo como instalarlas y olvidarse del asunto, es necesario obtener el consentimiento de la comunidad de vecinos en caso de que vivas en un edificio.
Este consentimiento se obtiene a través de una propuesta durante una junta de vecinos, donde se espera su aprobación. Sin embargo, si el proceso burocrático es frustrante para ti, existen alternativas más sencillas y legales. Por ejemplo, los sistemas de seguridad que sólo registran el interior de tu propiedad son generalmente aceptados, siempre y cuando no capturen imágenes o datos fuera de tu espacio privado.
Es su estatus legal o ilegal
Las mirillas digitales representan una opción adicional para garantizar la seguridad en el hogar y están protegidas según la jurisprudencia. Son perfectamente legales, aunque la AEPD ha mostrado diferentes criterios según la orientación de la mirilla.En casos donde nuestra puerta está enfrente de la de un vecino, su instalación se vuelve más complicada desde un punto de vista legal, debido a que podría ser equiparada con una cámara de vigilancia. Sin embargo, si la mirilla da a una pared o a una zona común, el criterio sería más amplio y no se infringiría el derecho a la privacidad de nadie.
Hace unos meses, la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) declaró que este tipo de dispositivos no viola el derecho a la intimidad en base a una reclamación de un vecino que había instalado uno de ellos, el cual también capturaba la actividad en zonas comunes.
Mirillas electrónicas sí
La instalación de mirillas electrónicas no requiere permiso de los vecinos
De acuerdo con la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), no es necesario solicitar permiso a los vecinos ni obtener la aprobación de la comunidad de propietarios para instalar una mirilla electrónica en tu casa. Según la AEPD, estos dispositivos no infringen el derecho a la privacidad. Esta decisión se basó en una reclamación de un vecino que había instalado una mirilla electrónica en su puerta, la cual también grababa actividades en zonas comunes del edificio.
Mirillas tradicionales vs. mirillas electrónicas
Hasta hace poco, lo más común era tener instalada en casa una mirilla tradicional, que utiliza lentes para ampliar y visualizar el exterior de la puerta. Sin embargo, las mirillas electrónicas están ganando popularidad, ya que cuentan con una pantalla que permite ver lo que sucede en el otro lado de la puerta. El problema es que estas también tienen la capacidad de grabar, lo cual puede ser considerado una invasión a la privacidad de vecinos y visitantes en el rellano.
Una decisión respaldada por la protección de datos
Según la AEPD, la instalación de mirillas electrónicas no infringe el derecho a la privacidad. Esta afirmación surge a raíz de la reclamación de un vecino que había instalado una de estas dispositivos en su puerta, que además grababa actividades en áreas comunes del edificio. Por lo tanto, el permiso de los vecinos o la aprobación de la comunidad de propietarios no sería necesario para instalar una mirilla electrónica en tu casa.
Instalar una mirilla electrónica sin comprometer la intimidad una solución segura
Un individuo fue multado por instalar una mirilla digital en su puerta, al igual que otros vecinos. Sin embargo, la cámara no solo capturaba lo que sucedía en su propio umbral, sino también en el de su vecino. Esto llevó a que el vecino en cuestión lo denunciara por haber colocado la mirilla sin el consentimiento expreso de la comunidad.
Después de recibir la denuncia, la AEPD intentó contactar con el hombre mediante varios correos, los cuales fueron respondidos con un "Ausente". Al no recibir ninguna réplica ni respuesta para, por ejemplo, retirar amablemente la cámara o realizar la correspondiente comunicación, la Agencia inició un procedimiento sancionador que resultó en una multa de 300 euros.
La explicación de este hecho es que, al existir un sistema de videovigilancia de por medio, deben aplicarse las leyes de protección de datos. Es importante tener en cuenta que si la cámara apunta a nuestro vecino, es necesaria una adecuada gestión de su imagen grabada. Por lo tanto, si la cámara solo apunta a nuestra puerta no debería haber ningún problema, pero si apunta también al hogar de nuestro vecino, es imprescindible contar con su consentimiento previo, ya que sus datos personales están en juego.
Sanción de Euros por Cámara Espía
En este caso, el vecino no obtuvo permiso del vecino grabado ni presentó una justificación válida para el uso del dispositivo de seguridad. Además, el vecino afectado no dio su consentimiento para ser grabado en su propia puerta. Por lo tanto, la instalación y uso de la mirilla digital sin autorización es una infracción a la ley y se considera una violación de la privacidad de la otra persona.
Por estas razones, el vecino fue multado con una suma de 300 euros por infringir las leyes y reglamentos de protección de datos personales. Esta acción es una clara muestra de la importancia de respetar la privacidad y los derechos de los demás en cualquier tipo de tecnología utilizada en nuestra vida cotidiana.
Un residente de una comunidad ha instalado una mirilla electrónica en la puerta de su casa. Dicho aparato tiene la capacidad de grabar el rellano y la entrada de su vecino con quien comparte el rellano. Tras no obtener una respuesta a un burofax solicitando la eliminación del dispositivo, se inició un procedimiento a través de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Finalmente, el vecino fue sancionado con una multa de 300 euros. La razón de dicha multa se basa en distintas leyes y normativas que buscan proteger los datos personales.
De acuerdo al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la imagen física de una persona se considera un dato personal. Cualquier imagen captada por un sistema de cámaras, como es el caso de la mirilla electrónica, se considera un dato personal. Por lo tanto, grabar imágenes sin contar con un consentimiento explícito constituye una violación a este reglamento.
El artículo 22 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, permite el uso de cámaras con fines de seguridad. No obstante, no se permite la obtención de imágenes de espacios privados de terceros ni de espacios públicos sin una justificación válida.
En el caso mencionado, el vecino no obtuvo el permiso del afectado para grabar y tampoco presentó una justificación válida para el uso del dispositivo de seguridad. Además, el vecino en cuestión no dio su consentimiento para ser grabado en su propia puerta. Por consiguiente, la instalación y uso de la mirilla electrónica sin autorización constituye una infracción a la ley y una vulneración de la privacidad de la otra persona.
Por las razones mencionadas anteriormente, se sancionó al vecino con una multa de 300 euros por violar las leyes y normativas de protección de datos personales. Este caso pone de manifiesto la importancia de respetar la privacidad y los derechos de los demás en cualquier tecnología utilizada en nuestra vida diaria.