perfil de las personas que se muerden las unas

Análisis del perfil psicológico de las personas que se muerden las uñas

Este comportamiento común, comúnmente vinculado a nuestras emociones, es un hábito extendido que algunas personas llevan consigo durante toda su existencia pero que en otras solo aparece en situaciones de tensión o preocupación. ¿Qué señales puede enviar el acto de morderse las uñas?

Los peligros de la obsesión lesiones físicas comunes causadas por este comportamiento frecuente

La onicofagia es uno de los hábitos más extendidos en la sociedad. Por lo general, aparece en la niñez y adolescencia y suele desaparecer en la edad adulta. De hecho, muchos niños empiezan a comerse las uñas por imitación de una persona de su entorno que tiene influencia en ellos y que lo hace.

Las personas que padecen este hábito se muerden las uñas de manera obsesiva y de forma inconsciente e incontrolada. Además, todas las personas que se "comen las uñas de manera compulsiva" reconocen que es algo que no pueden controlar.

La onicofagia, este término que, seguro que no habías escuchado hasta ahora, tiene su origen en la psicología. La Asociación Americana de Psiquiatría la incluye dentro de los trastornos de tipo obsesivo compulsivo, que están relacionados con una elevada ansiedad en la persona afectada y, que no sabe gestionarla.

Emoción inquietud tensión o monotonía

La doctora Lourdes Navarro Campoamor, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), afirma que morderse las uñas suele suceder en momentos de tensión, nerviosismo o inquietud, o cuando se está aburrido o sin hacer nada.

"Algunas personas lo hacen de manera automática mientras realizan otra tarea. Sin embargo, para otras personas, es una acción deliberada y dejan de hacer otras cosas para morderse las uñas. En ocasiones, las personas pueden sentir más tensión antes de morderse las uñas que el placer que les produce después. Según investigaciones, hay una mayor incidencia de ansiedad y trastornos de comportamiento en quienes se muerden las uñas", explicó la doctora.

De hecho, este hábito puede ser tan adictivo para algunas personas que incluso llegan a comerse la piel que rodea las uñas. Navarro detalló a Infosalus que la onicofagia es una conducta "repetitiva, recurrente y persistente" para la cual es "difícil e incluso a veces imposible" ejercer un control voluntario.

Esta acción puede llegar a causar problemas en la salud de las uñas y en la estética de las manos, por lo que es importante tratar de controlarla. La doctora Navarro aconseja mantener las uñas cortas y bien cuidadas, usar esmaltes de sabor amargo para evitar morderlas y buscar alternativas para calmar la ansiedad o el estrés, como ejercicios de relajación o ejercicios físicos.

En casos graves, puede ser necesario acudir a un profesional de la salud mental para tratar la ansiedad subyacente que puede estar causando la onicofagia. Lo importante es ser conscientes del hábito y buscar ayuda para superarlo y tener unas uñas sanas y bonitas. ¡Recuerda, tus manos merecen atención y cuidado!

Las posibles razones detrás de la mala costumbre de morderse las uñas

Descubre las principales causas de la onicofagia y cómo pueden demostrar tu personalidad

Según los expertos en psicología, existen diversos factores que pueden llevar a una persona a morderse las uñas. Uno de ellos es el estrés o la ansiedad provocada por una situación complicada. En estos momentos, la onicofagia puede ser una forma de escapar de la realidad y encontrar un alivio momentáneo.

Además, la inactividad y el aburrimiento también pueden provocar este hábito. Comerse las uñas puede ser una forma de estimular el sistema nervioso y evitar la somnolencia en momentos de ocio o de no hacer nada en particular.

Todo lo que debes saber sobre el hábito de morderse las uñas en niños

La onicofagia es un trastorno nervioso que suele ser cuando se produce ansiedad, pero lamentablemente también puede acarrear consecuencias negativas tanto para el cuerpo como para la autoestima.

Existen varios factores que pueden llevar a un niño a morderse las uñas de forma inconsciente y automática. A menudo, los niños no son conscientes de que se están causando daño y, con el paso del tiempo, se les hace muy difícil abandonar este hábito.
En general, los niños que tienen problemas en la escuela, como por ejemplo el acoso de sus compañeros, un bajo rendimiento académico o trastornos en el aprendizaje, tienen más probabilidades de desarrollar onicofagia.

Además, los pequeños que viven en un entorno poco saludable también están en riesgo de sufrir este trastorno nervioso. Por lo tanto, es importante estar atentos a los factores ambientales y emocionales que pueden desencadenar la onicofagia.

La siguiente válvula para aliviar la presión

Onicofagia: Causas y posibles motivos según expertos

De acuerdo a lo que señalan los especialistas de De Salud Psicólogos, la onicofagia o trastorno compulsivo de morderse las uñas hasta causar heridas puede estar relacionado con la ansiedad, el estrés o el nerviosismo.

Según indican, en algunos casos este comportamiento puede servir como una forma de escape ante dificultades o situaciones traumáticas pasadas, problemas personales actuales, insatisfacción personal o miedo.

Causas principales de la onicofagia

Entre las principales causas que se suelen establecer se encuentran la ansiedad, la angustia y el estrés, ya sea de tipo laboral, social o académico.

Además, este hábito puede surgir como una forma de expresión emocional ante otras situaciones como la tensión en el trabajo, cambios en la familia, presión en los estudios, pérdida de un ser querido o problemas personales derivados de una baja autoestima, inseguridades, frustración o timidez, entre otros.

Efectos calmantes y herramienta de escape

La psicóloga clínica Estíbaliz Ruiloba explica en su blog que morderse las uñas tiene un efecto calmante para aquellos que lo hacen, convirtiéndose en una forma de liberar la tensión en momentos de estrés.

Según la experta, este comportamiento puede considerarse como un acto desadaptativo, utilizado como una forma de "escapar" o "canalizar" emociones negativas como la ira y la frustración.

La importancia de ser conscientes en nuestras acciones

Para enfrentar este hábito, es importante identificar los momentos o situaciones que lo desencadenan, así como conocer nuestra conducta y las emociones que experimentamos. Según la experta, esta conciencia nos permitirá desarrollar nuevas estrategias para controlar nuestras emociones y evitar mordernos las uñas.

Por tanto, la terapia psicológica, en particular la cognitivo-conductual, puede ser una valiosa herramienta para superar este comportamiento. A través de ella, se pueden aprender técnicas para manejar las emociones y evitar recurrir a morderse las uñas como un impulso ante situaciones que nos provocan angustia, estrés o ansiedad.

Placer perfección y genes

El psicoanálisis y el hábito de comerse las uñas

En palabras del famoso psicoanalista Sigmund Freud, el hábito de comerse las uñas puede ser considerado como una alteración en el desarrollo psicosexual, específicamente en la fase oral, que se convierte en una fijación oral.



Mientras que los ratones no tienen este hábito de acicalamiento, un estudio demostró que al administrarles endorfinas, se acicalaban menos de lo normal, y al bloquear estas "hormonas de la felicidad", lo hacían más.



Sin embargo, un estudio más reciente sugiere que la principal motivación detrás de esta conducta no es la ansiedad, sino el perfeccionismo. Publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry en 2015, este estudio desestima la idea de que el hábito de comerse las uñas sea simplemente una forma de calmar la ansiedad.

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